acá el silencio se convierte en sonido (reírse siempre, más allá de todo, y otras cosas por el estilo)
octubre 27, 2010
pequeño momento positivo
Hoy iba caminando a danza después de faltar muchas clases por razones de público conocimiento (nótese que lo que más me jode de esto es que yo, Morena Varrá Aguilera, falté en repetidas ocasiones a danza por falta de ganas WTF por razones de público conocimiento, lo cual nunca jamás de los jamases de la vida me voy a perdonar), cuando de repente encontré un diente de león o como se llame esa especie de flor con tres millones de panaderos, que los soplás y se vuelan. Entonces pedí un deseo, y soplé. Y obvio que no les voy a contar el deseo porque sino no se cumple. Pero me dí cuenta en ese pequeño instante en que caminaba hacia danza medio mariconeando mientras cantaba pastillitas del olvido, que yo era feliz, muy feliz, antes de noviembre del año pasado. No voy a negar que desde noviembre del año pasado pasaron muchas cosas geniales en mi vida, pero yo era feliz antes de eso. Es más, ahora soy feliz. Pero por razones de público conocimiento se me fue La Smecancia. Obvio que no se fue del todo, sino que se escondió muy muy muy muy abajo de todo lo que tiene que ver con todo lo que pasó desde noviembre del año pasado, y las cagadas que me mandé a partir de noviembre del año pasado, y las cosas lindas que pasaron a partir de noviembre del año pasado, y todo lo demás. Volviendo al tema, heme aquí en los tiempos de La No-Smecancia rosada, tratando de ver cómo volver a La Smecancia. Así que no desesperéis, no me voy a suicidar ni nada por el estilo. Son sólo los tiempos de La No-Smecancia, nada que no tenga solución.
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