Anoche soñé que de repente estaba en la carbo, en Barcelona, con Cherry. Me desperté con esa sensación de por qué el sueño no es la realidad y la realidad el sueño. 

En el trabajo la pasé bastante mal, estoy sensible, espero que sea porque me está por venir y que me venga, me encerré en el baño a intentar un rato porque me afectaba que la gente me diga que no, realmente, dale Rayo, la gente en esta ciudad está re alterada.

Después volví a casa, mi novia me odió por despertarla, me fui a una clase de "pole dance" que es lo que la gente dice para no decir "bailar en el caño" porque la moral y las buenas costumbres. Me gustó, necesitaba activar mi cuerpo haciendo algo que no sea coger, pero ahora me duele todo. 

Volví a casa, y me bañé con mi novia, y después se fue a lo de su mejor amiga a dormir, y yo compré un paquete de papas fritas+batatas fritas sobre las cuales tenía unas expectativas muy altas pero que al final fueron una decepción.

Esto está tan mal escrito que me sangran los dedos cada vez que aprieto las teclas, pero hoy está todo tan mal en mi vida que no me importa.

Advertencia: Esto está escrito como el orto, fue un momento de catarsis existencial.

En algún lugar estaba escrito que el día en que salga Toy Story 3 será la hora de crecer, o por lo menos para  mí. Y sí, después de años de esperar a que saliera, salió. Y no fue cualquier año, fue el año en que terminé la escuela.

¿Quién hubiera dicho que una película tan esperada, podría ser tan trágica? Yo tendría diez años, o doce, no sé en realidad, cuando en la revista Genios leí que iba a salir Toy Story 3. Supuestamente iba a salir en el 2008, o algo así. Pero no, tuve que esperar hasta el 2010. Y salió la tan esperada película. Y por una razón u otra, no la vi en el cine. Pero hoy la vi. Y lloré mucho. No por la película en sí, sino por el hecho que significa que haya salido, que la haya visto, que haya terminado. Es como el fin de la infancia, Andy se va a la universidad y la vida sigue.

Y nada, mis planes ahora son desarrollar una enfermedad mental que sea una regresión a mi infancia. Nos vemos en los noventas.