explicaciones para Lula

Me cago en mis padres que no me mandaron a danza cuando era pequeña. Me cago en el Teatro San Martín y sus putos requisitos para ir al Taller de Danza Contemporánea. Me cago en mí por haberme dado cuenta tarde de que esto es lo que realmente quiero para mi vida. Me cago en los límites de edad para inscribirme en el bendito taller. Me cago en Anita que puso la revista Ohlalá (si, tengo un ejemplar que me prestaron y nunca devolví) al lado mío. Me cago en haberme cansado de leer esa historia de mierda (no por mala, sino por triste) y abrir la ya mencionada revista. Y que haya una nota de la ex (o siguen legalmente casados) de Tinelli hablando de su vida como bailarina. Me cago en esas casualidades de la vida que hicieron que esa mina haya bailado en el Teatro San Martín, y me recuerde mi bajón existencial. Y en que cuando ella iba, el límite de edad era 21 y no 20. Y en mi capacidad de deprimirme con facilidad. Y en el fucking futuro. Y en el capitalismo, ya que estamos.

Me cago en no poder cagarme en mis sueños.

Me cago en mí.

Y sí, ahora estoy llorando.