Imagínense que esta noche me vienen a buscar y me desaparecen. Dieciséis años, toda una vida por delante. Imagínense que se llevan a un amigo o a un hermano o a un vecino o a cualquier otra persona. Y que no saben dónde están: o si están vivos o muertos. Y les dicen que no están ni meurtos ni vivos: desaparecidos.
Desaparecidos. Desaparecidos por qué? Por pensar distinto, por ser peligrosos para los de arriba, por militar en algún partido... o simplemente porque están en una agenda de teéfonos de un "subversivo".
Sí, ya sé, no tiene sentido, pero pasó. Es un horror, pero pasó. Y no tendría que haber pasado. Y no tiene que volver a pasar.
Nunca más.
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