Mezcla de sentimientos, y la sensación de escoria universal que esta vez entra por otro lugar.
(que venga la primavera que no puedo parar)
La primavera pasada la pasé bastante como el orto y no había rayo de sol ni olor a pasto recién cortado que me alegren un poco. En cambio los días de sol de este último tiempo, mi amigo el pájaro que volvió a cantar y la posibilidad de salir al patio al mediodía a hacer fotosíntesis no me dejaron tiempo libre para estar mal.
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