Siento que cambié, pero para mal. Cambié lo suficiente como para meterme en una cáscara de nuez y cagarme bastante en todxs porque estaba segura de que el mundo también se iba a cagar en mí.
Y eso no está bueno.
acá el silencio se convierte en sonido (reírse siempre, más allá de todo, y otras cosas por el estilo)